TENDENCIAS

La elegancia del pasado, lo transgresor del presente

Por Juanita Navarro Páez

Twitter: @Noide127

j.zeap127@gmail.com

Foto: Marianne Gray

 Definiendo básicamente el lolita:

Es una corriente estética que incide en la moda. Proviene de Japón, pero su inspiración inicial estuvo en los periodos victoriano y barroco. Busca resaltar la delicadeza y belleza natural de quien lo usa y, aunque existen en la actualidad varios subestilos, sigue varios parámetros estrictos que definen si un atuendo es lolita o no.

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«Hay un estilo lolita para cada persona», me dijeron cuando pregunté si incluso yo, la que entró en contacto con su lado femenino hasta los 18 años, podría entrar a formar parte del que, en ese entonces, parecía un lejano mundo de faldas, encajes y accesorios. «¿Puedo vestirme toda de negro? ¿Puedo usar pantalones? ¿Puedo ponerme medias con dibujos de calaveras?», a todas mis inquietudes la respuesta fue siempre sí; hay un estilo lolita para cada quien, Kuro lolita -negro en japonés- para un atuendo exclusivamente negro, Dandy, Kodona Ouji ko significa niño en japonés y ouji príncipe- para atuendos masculinos que pueden ser usados por hombres y mujeres por igual; y Punk lolita y Gothic lolita para quienes disfrutan de la estética más agresiva y ‘oscura’ de estos dos movimientos. Y esto es solamente lo que se ajusta a mis gustos personales.

Antes de continuar, es importante aclarar algunas cosas; ¿Nabokov?, no, solamente hay coincidencia en el nombre, pero dentro del movimiento lolita no se promueven ni hay femme fatales menores de edad. De hecho es todo lo contrario, el lolita es, básicamente, una moda y un estilo que mezclando inspiraciones históricas como el barroco y el victoriano pretende resaltar la inocencia, la elegancia y la feminidad -en el caso de las mujeres-. Hay incluso aspectos ‘técnicos’ que así lo determinan, las faldas no van más arriba de dos dedos sobre la rodilla y no hay escotes profundos, aunque, como se dijo antes, hay algo para cada uno y el Ero lolita es un estilo que permite algo un poco más sexy, pero sin caer en lo vulgar.

El lolita llegó hasta Colombia desde Japón y en el camino se quedó en muchos otros países; ¿qué es lo interesante de vestirse con ropa que parece de otra época o sacada de un dibujo animado?, pues bien ¿qué es lo interesante de usar jean y camiseta? Que a cada quien le gusta, se siente cómodo y representa de alguna manera quién es; el interés por la historia, por ejemplo, es un componente común dentro de las lolitas, así que si a alguien le gusta el color rojo se viste de rojo y si a alguien le gusta la moda de determinada época la usará.

Así, retornamos al punto inicial, «hay uno para cada uno»; ¿personas mayores de 25 años usando lolita? Claro que sí, y bastantes, un Classic lolita sienta perfectamente (cortes sencillos, estampados florales o de un solo tono en colores sobrios), o tal vez un Elegant Gothic Aristocrat, que, básicamente representa la imagen aristócrata victoriana, abrigos, faldas largas, pantalones y chalecos para quienes no van por el lado más dulce del asunto.

¿Qué hace a la lolita? Probablemente la respuesta sería sentido común, no es tan complicado como parece; tiempo, dedicación, ganas de aprender y consciencia de quien se es y de lo que se usa -esto último, como con cualquier prenda de vestir-. Cuando se usa lolita ‘te vistes para ti mismo’, no es un disfraz y, aunque hay quienes se visten así todos los días y lo adoptan como estilo de vida, no es necesario hacerlo; la actitud de las personas no cambia, nadie está jugando a ser una muñequita de porcelana o un príncipe valiente. Más allá del atuendo llamativo están, precisamente, las personas.

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La magia detrás de la magia

Por Juanita Navarro Páez

Twitter: @Noide127

j.zeap127@gmail.com

Fotos: Diego Bojacá

Sombreros seleccionadores, capas, varitas, libros, uniformes y demás artefactos de colección se han convertido en parte de la vida de estos estudiantes, padres de familia y profesionales que han logrado incluirlos en su vida cotidiana, para vivir la magia a su manera.

Estamos reunidos en una librería de Bogotá, todos en pequeños grupos. Conversamos y revisamos los estantes con ojos golosos. De pronto, desde el primer piso, una joven de apariencia delicada grita con todas sus fuerzas: «¡Morsmordre!», mientras apunta hacia el techo con una varita. A su alrededor se desata una especie de caos, algunas de las personas con capas negras que se encuentran cerca de ella sacan sus respectivas varitas y proceden a ‘atacarse’ unas a otras; hay quienes se detienen a mirar y quienes simplemente siguen en su respectiva actividad.

Este tipo de escenas y los juegos de Quidditch, el deporte mágico, son las asociadas con PLUMA, uno de los grupos que congregan a los fanáticos colombianos de Harry Potter. Situaciones así suelen hacer que muchos se pregunten «¿Esta gente de verdad cree que puede hacer magia?». La respuesta es «claro que no». Así como las propiedades que se compran en Monopolio son sólo parte de un juego y no edificios reales, las representaciones que organiza PLUMA tienen la intención de entretener, impulsar el hábito de la lectura y ejercitar la imaginación.

La Asociación cuenta con más de 200 miembros activos entre los 8 y los 40 años, varios de los cuales se dejaron ver en la actividad de la librería —una «despedida» antes del estreno de la última película—. Con tantas personas, las probabilidades de que no todos sean dados a actividades tan histriónicas, como el duelo, son altas, pero esto no representa un problema, por el contrario, es una oportunidad para poder hacer más.

Antes de que iniciara el duelo, miembros de la Asociación ofrecieron dos charlas: una dirigida a los más pequeños acerca de los libros de Harry Potter y otra sobre la caracterización de los actores de las películas. Gracias a la cantidad de personas que conforman PLUMA, es posible encontrar profesionales preparados para realizar aportes valiosos a cada una de las actividades que se propongan.

La velada la cerró el coro de la Asociación. Claro que hay coro, ¿cómo no?, y para quienes gustan de las artes escénicas, hay un grupo de teatro. La Asociación tiene emisora y medio impreso propios. Aquellos que se inclinan más por la pedagogía tienen la oportunidad de impartir alguna clase, a veces inspirada en las que se mencionan en los libros. Los deportistas encuentran en la adaptación que hizo PLUMA del Quidditch, la mezcla perfecta de dos de sus pasiones: el deporte y Harry Potter. Y aunque los libros de J.K Rowling sean la piedra angular de la asociación, cualquier obra literaria es bien recibida a la hora de realizar conversatorios, pues a pesar de todas las otras actividades que ofrece a sus miembros, PLUMA es ante todo una asociación literaria.

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